ROSENDO – METRÓPOLI, GIJÓN – 30/06/2015
Rosendo for president
No es ningún secreto que Gijón bulle de actividad, especialmente durante el verano, siendo uno de los lugares más activos de Asturias durante esa época. A los muchos eventos de la ciudad se sumó el año pasado METRÓPOLI, un festival de puro entretenimiento en el que se dan cita la ciencia-ficción, el cine, los cómics… y también la música. Y precisamente fue la música la que nos llevó hasta allí el día treinta, concretamente la del patriarca del Rock español, el único mercado del que todavía nos fiamos, el gran Rosendo Mercado, que actuaba en el escenario central del festival.
Con algo de retraso sobre la hora anunciada, y ante la insistencia de un numeroso público que empezaba a impacientarse, el de Carabanchel salió con “Mala vida”, un tema que a mí no me parecía el más apropiado para empezar el concierto, pero que sirvió para que fuéramos entrando en materia. Sigue con “Atajo de cobayas”, una “De qué vas” que tal vez sonó demasiado pronto y con “Quincalla… o no”.
Sigue dándolo todo, con temas como “Date por disimulao”. Las palmas de un público entregado acompañan su interpretación de “Amaina tempestad”, que sonó justo antes de una “Muela la muela” que fue muy coreada. Rosendo nunca se ha caracterizado por ser especialmente comunicativo, así que fue casi una sorpresa que se dirigiera a nosotros y nos dijera que era un placer llegar a un lugar como Gijón, con una temperatura tan agradable, después del calor que habían pasado los días anteriores. Y añade que también es un placer recuperar para nosotros una canción que es, como dijo, “más vieja que la luna”, “El tren”.
Continúa la diversión con “Hasta de perfil” y una “Vergüenza torera” que “dedicó” a los chorizos que están dejando el país esquilmado. “Por meter entre mis cosas la nariz” y “Sufrido” dieron paso a una canción de la que el tito Rosen dice sentirse muy orgulloso, “El ganador”.
Encarábamos el final del concierto con cuatro verdaderos trallazos con los que el público se desgañitó: “Masculino singular”, “Flojos de pantalón”, “Pan de higo” y “Agradecido”, tras lo que Rosendo, Rafa y Mariano abandonaron el escenario.
No hubo que esperar demasiado para que volvieran, y lo hicieron con “… y dale”, que sonó justo antes de “Navegando” y de la legendaria “Maneras de vivir”, con lo que la actuación terminó definitivamente.
Rosendo es, sin duda, uno de los músicos más carismáticos y queridos de nuestro Rock, y, precisamente por eso, en cada concierto, recibe el cariño de un público que lo adora y que lo da todo durante las actuaciones (fue muy grande el momento en el que un tío de las primeras filas gritaba que Rosendo debería presentarse a Presidente del Gobierno).
Sinceramente, el día que nos falte Rosendo yo ya no voy a saber en qué creer.