REPOR-ENTREVISTA A KTULU: LA HISTORIA CONTINÚA
“… ’Operación Triunfo’ hizo mucho daño a la música de nuestro país (…) Debido al alto caché que cobraban los triunfitos se anularon los conciertos alternativos” (Miguel Suesta)
Como bien prometimos al terminar la primera parte de esta interesante entrevista a la banda barcelonesa, os dejamos una segunda entrega que sigue profundizando en los más de treinta años de KTULU. Los propios componentes tildaron de loco al autor de la entrevista, Joss Metalcry, por meterse en este lío. Y tenían mucha razón, porque esto es un rompecabezas sin precedentes a nivel nacional: tirar de una madeja que no se acababa nunca. No ha sido nada fácil obtener las respuestas, pues cada cual tiene sus agendas ocupadas y han tenido que hacer el sobreesfuerzo de recordar cosas ocurridas hace años. Al final, se llevó todo a buen puerto, así que disfrutad de la segunda parte de la entrevista, que no será la última…
– TIEMPOS DE CAMBIO:
Fueron duros momentos y de cambios en aquellos días. KTULU se renovó con músicos que supieron suplir muy bien los huecos vacantes. Pedro, Lara y Raúl, encajaron a la perfección y unieron sus fuerzas al grupo. La selección fue minuciosamente cuidada por parte de los tres miembros originales que quedaban: Willy, Jorge y Miguel. ¿Fue un proceso cerebral de búsqueda selectiva o una simple cuestión de química?
WILLY ESPEJO: Cuando haces un trabajo nuevo, siempre tratas de afrontarlo desde una visión lo más abierta posible en lo musical, y esto, como una acción reflejo, también te sucede con los miembros que van a salir en directo. Unos llegan porque hacía tiempo que estaban interesados en entrar en el proyecto de Ktulu y otros, simplemente, han llegado a un punto de estancarse en sus bandas y necesitan aires nuevos para coger algo de fuerza para seguir adelante. Procuro no juzgar de antemano a los músicos que llegan al grupo, pero yo que llevo tiempo en esto veo con anticipación quién va a durar años en Ktulu y quién no. Años atrás te diría que hubo procesos de pura química, sin duda, pero en aquella época me pareció un proceso cerebral.
Es lamentable que a Dro East West, ya que no os podía sacar más jugo, le diera por sacar “Orden Genético”/”Confrontación”/”Ktulu”, en un triple CD, sin cuidar nada la presentación, en una de sus famosas discografías básicas. ¿No es un poco triste ver esto?
JORGE (CABRERA) SANZ: Las compañías hacen lo que tienen que hacer: ganar dinero con sus bandas. Ahora bien, sí te diré que la edición de este recopilatorio fue lamentable en términos de cuidado. No se cuidó nada esa edición.
En el disco homónimo, KTULU trabaja desde la raíz misma de la máquina. Usan samplers y loops sin ningún prejuicio, con una producción más que cuidada y unas composiciones, en efecto, más redondas. Fue el disco más homogéneo, era un todoterreno en todos los sentidos. ¿Al ser solo tres compositores, fue más fácil decidir?
MIGUEL SUESTA: Evidentemente, sí. Fue bastante más fácil decidir y componer, éramos dos menos. Se realizó bastante trabajo en casa, cada uno haciendo las composiciones. Luego, pues se fueron cerrando ideas, acabando los temas a gusto de los tres. También hizo una labor bastante importante Lara, que nos facilitó en gran medida en la inclusión de las líneas de bajo, lo que nos hubiera retrasado bastante el trabajo. Hay que decir que cuando entraron el resto de componentes estaba prácticamente el disco terminado, más o menos, pero hay que decir, repito, que fue importante el trabajo de Lara para la grabación de los bajos, si bien es cierto que teníamos las cosas bastante claras de lo que queríamos.
Toni Lara entra como bajista. Nada más incorporarse, compuso un pequeño solo de bajo al final de la canción “Diez Toneladas”. ¿Tuvisteis libertad de aportar ideas a las canciones los nuevos componentes?
TONI LARA: Cuando yo me incorporé, los temas del nuevo disco estaban casi terminados al 100%, faltaban algunos arreglos y pinceladas que se finalizaron en el local de ensayo, con todos juntos aportando algo. Las líneas de bajo eran las que estaban un poco más abiertas, tanto en “10 Toneladas”, “Génesis”, “Voz En Off”, etc… Tuve bastante libertad a la hora de componer las líneas de bajo y aportar mis ideas. De los componentes que nos incorporamos, fui el único que participó en su totalidad en la grabación del disco, pude estar casi los dos meses que duró la grabación del disco. La verdad es que fue todo un lujo poder participar tan activamente y me sirvió muchísimo para empaparme de los conocimientos de Willy, Jorge y Miguel. Una parte muy importante es ver que unas personas que yo idolatraba, y para mí eran el mejor grupo de metal de este país, sin ningún tipo de duda, podían ser personas tan humildes.
KTULU, nunca habían tenido hasta la fecha un miembro que se encargara de las programaciones oficialmente en un CD, y fue toda una novedad que pasaran de quinteto a sexteto con la incorporación de Raúl de Alba. ¿Cómo fue la experiencia para ti Raúl?
RAÚL DEL ALBA: La novedad fue trabajar con una banda que teníamos como referente en Barcelona, por lo demás, en temas de samplers, ya tenía una trayectoria con bandas. Trabajar con Charly Chicago las programaciones fue pan comido y el resultado fue más que satisfactorio. Bueno, una experiencia que si hoy me lo volvieran a proponer lo haría de nuevo. Ese disco evolucionó la parte tecnológica en Ktulu, con una maquinaria bastante puntera en ese tiempo.
Pedro Caparrós fue el segundo guitarrista en este trabajo. Entró como sustituto de Mons y los seguidores lo tenían a él como el cerebro del anterior trabajo. No creo que fueran momentos de felicidad entre los fieles seguidores. ¿Con la perspectiva que da el tiempo, como ves aquellos días?
PEDRO CAPARRÓS: Si quieres que te sea realmente sincero, en este disco grabó las guitarras Jorge. Básicamente yo entré cuando el disco estaba casi hecho, en el álbum homónimo, de hecho, yo no hice nada. Yo grabé sólo en el “2078” las tres versiones que hicimos. En las fotos del interior soy simplemente un figurante, no sé si me explico. Referente a Mons, es normal que le echaran en falta los seguidores más acérrimos, suele pasar en todos los grupos cuando hay cambios de este tipo.
– EL HÍBRIDO:
Ahora que me paró a observar. No hace falta ser un lumbreras para darse cuenta que las tres versiones, cada una, es la preferida de un miembro original que queda en la banda tras la disyunción. Cosa muy curiosa a tener en cuenta. ¿Cuál es la preferida de cada uno?
WILLY ESPEJO: Creo que está claro, sobre todo si hubieses viajado con nosotros y vieras la música que pincha cada uno en la furgoneta, donde pasamos mucho tiempo. La de «Mysterions» de Portishead, creada originalmente por B Gibbons, G. Barrow y A. Utley, fue la elegida por Jorge (Cabrera) Sanz. Es un tema que originalmente no me decía mucho, pero al pasar por nuestro estilo, me dio otra visión de Ktulu, y creo que al público también le pasó lo mismo. La de «Foxy Lady», creada por Jimi Hendrix, un verdadero explorador de estilos, fue elegida por Miguel Suesta, nuestro batería. Nos gustó mucho la idea de coger este tema, por su Groove y por rendir tributo en la onomástica de su triste muerte en aquellos años.
La de «In a gadda da vida», de Iron Butterfly, creada originalmente por el místico de D.Inge, la escogí yo porque me gustan las formaciones que van más allá. Me explico: mucho somos los que vemos en esta formación, y en otras, el comienzo de lo que llamamos hoy en día Metal. El tema original dura más de diez minutos, pero lo acortamos para acercarlo a nuestro estilo. El “2078” gustó a los fans, por lo raro y bien producido que estuvo, fue votado entre una de las seis mejores producciones de Metal del 2000 y también en esas posiciones como Mejor Grupo en Directo.
Sonia Isidro fue la compañera de Willy a las voces en la versión «Misterions» de Portishead, y la combinación es una maravilla escucharla, por lo bien que queda plasmada. ¿Cómo surgió esta colaboración?
SONIA ISIDRO: La verdad es que he tenido que buscar en mi memoria. Cuánto tiempo de aquello, ¡ya hace 17 años! La historia fue bastante sencilla. Recuerdo haber coincidido tocando en el mismo escenario de algún festival, Ktulu y B-Violet, mi grupo, en alguna ocasión. También había asistido como público a algún concierto suyo, porque eran muy cañeros y de la escena española eran de lo mejorcito que sonaba y, sobre todo, en directo muy potentes. No tenía el placer de conocerlos personalmente, más allá de cruzarnos en algún escenario, como te he comentado. El tema de la colaboración en la versión de Portishead me llegó a través de un colega, Álex del Pozo, que había entrado como samplero en ese momento en Ktulu. Me lo comentó un día que se acercó a nuestro local y me pareció estupenda la idea. Me gustaba Portishead y versionarlo en plan Metal me parecía un cóctel que había que probar.
Así que, bueno, me invitaron a asistir a uno de sus ensayos para que escuchara los temas que estaban preparando para la grabación y estuve probando metiendo algunas voces allí mismo. Me dieron carta blanca para que hiciera lo que me apeteciera, lo único que sí comentamos con Willy fue que yo intentara acercar la versión con mi voz a la original. Después, ya quedamos en el estudio de grabación una tarde y el resultado lo has escuchado. La experiencia de la grabación fue muy buena, había buenos medios y buena gente, con lo cual fue muy fluido todo. ¡Aaaaah! Eso sí, tengo que decir que me quedé con las ganas de tocarlo en directo con ellos, hubiera sido la bomba.
Se hace corto un EP con solamente tres temas inéditos. En mi opinión, pudo aprovecharse más el espacio e incorporar más ideas que seguramente tenía KTULU. Mezclar versiones de otros grupos con canciones remezcladas del anterior disco fue, a mi entender, perder una oportunidad de tener un trabajo solamente de versiones. Más un CD anecdótico que otra cosa. Después de este trabajo, KTULU participa en dos tributos, con el tema «The Rage» de JUDAS PRIEST, y «Satánico Plan (Volumen Brutal)» de BARÓN ROJO. Leí en su día que había hasta versiones de PARÁLISIS PERMANENTE, pero no se sabe el motivo por el cual no entraron. ¿Por qué no se sacaron más versiones de otros grupos, Miguel?
MIGUEL SUESTA: En cuanto a este trabajo, quiero decir que tampoco fue un trabajo para darle mayor importancia. El grupo, solíamos grabar cosas raras entre disco y disco, con lo cual, la finalidad de este era básicamente la misma, lo que pasó es que se nos ocurrió hacer una versión cada uno y plasmarla en el CD, nada más, la idea no era sacar un trabajo de versiones. Para nada salió así, porque así nos pareció que ya estaba bien, no hay que darle más bombo ya que este trabajo iba a ser para sacar algo antes de la grabación del siguiente disco, para la cual íbamos recopilando ideas. Y un dato anecdótico te daré: el número “2078” son los segundos que dura el disco. Lo de participar en los tributos es algo anecdótico para divertirnos, no hay que sacarlo del contexto que tuvo en aquel tiempo.
Pedro solamente participó en este “2078”, porque como bien ha dicho antes, cuando entró en KTULU, todo el tema de guitarras, para el disco homónimo, ya estaba grabado. En apenas un par de años deja la banda por otro proyecto, seguramente más acorde a sus inquietudes. Su aportación fue muy fugaz en el tiempo, estuvo, sino me falla la memoria, un par de años con ellos, pero dejó tu sello personal en esas canciones. ¿Qué te motivó a dejar a un grupo de Barcelona y marcharte a Londres con BREED 77?
PEDRO CAPARRÓS: Pues es muy sencillo. Yo dejé Ktulu, pero no para irme con nadie sino para intentar materializar mi visión personal musical. De hecho, me uní a Breed77 en Londres, donde aún resido, tras recibir la oferta después de haberme ido y de haber empezado a maquetar junto a dos grandes músicos en Barcelona, pero los planes se «torcieron» un pelín y acabé en Londres, cosa de la que no me arrepiento, tras ver con perspectiva los acontecimientos que vinieron después en el seno de la banda. Mis recuerdos de aquel tiempo con Ktulu son geniales. Muy buena gente. Willy es un gran frontman y de verdad que les deseo lo mejor, no es fácil seguir al pie del cañón tantos años.
La Escuela de Música de Igualada (Barcelona), escogió a KTULU, en aquellos días, como profesores. Iban a impartir unas clases magistrales y enseñar todas sus experiencias musicales a los alumnos interesados. El Taller se denominó “Rock & Metal de Ktulu” y se anunció como eminentemente práctico. La propuesta era todo un reto, puesto que KTULU ha reconocido en más de una ocasión que su manera de trabajar ha sido básicamente intuitiva y lo que saben lo han aprendido con el día a día, trabajando con los instrumentos, sin noción de solfeo ninguna. Les tocó racionalizar los conocimientos para compartirlos con los chavales que querían saber cómo era un directo de verdad, con los problemas que suelen encontrarse en el escenario… El enfoque era absolutamente práctico, más que otra cosa. ¿Qué recuerdos te trae esta faceta de profesor?
JORGE (CABRERA) SANZ: Pues te lo voy a aclarar. Todo lo que comentas acerca de ese posible curso de Metal es cierto, salvo que no se llegó a realizar porque no se apuntó el suficiente número de gente. La verdad es que era un poco caro.
Jordi Navarro fue el sustituto de Pedro Caparrós para acabar la gira que estaba en proceso. Entró en el grupo cuando empezaron las idas y venidas de miembros. Supongo, Jordi, que eso no te impediría hacer tu trabajo. ¿Cómo te sentiste?
JORDI NAVARRO: La experiencia de tocar en Ktulu fue realmente muy buena. Yo era muy fan de la banda desde sus inicios, y ya con 14 años me sabía todas las letras. Recuerdo el último bolo que hizo en Ripollet la formación original (NdR: Ripollet Rock 1998) y enterarme allí que Pablo y Mons dejaban la banda para emprender su propia aventura. Con esa edad todo lo vives muy intensamente y fue un auténtico bajón ya que no se sabía muy bien cómo iba a seguir la cosa. El caso es que en aquellos años yo era alumno de David Roig, guitarrista que ha estado en la formación durante los últimos años, del cual aprendí muchísimo, porque es una auténtica máquina, y fue él, colega de ellos, que me dijo que porque no iba a probar a ver si les cuadraba.
Dicho y hecho, aunque un poco acojonado, me planté en su local con 16 añitos y empecé a hacer un ensayo con Ktulu. Creo que no lo hice mal, pero la diferencia de edad en aquel momento era un hándicap muy a tener en cuenta y, como era normal, Pedro cuadraba muchísimo mejor para cubrir la baja de Mons, cosa que veo lógico hoy en día. Yo seguí tan fan como el primer día, si no más, fui a verlos a infinidad de bolos con la gira del disco homónimo en la que ya estaban Lara, Pedro y Raúl. Pasaron un par de años aproximadamente, y un día recibí una llamada de Jorge, explicándome que Pedro se iba a vivir a Londres para incorporarse a una banda de allí y que si me apetecía unirme a Ktulu. No lo dudé un segundo y acepté la invitación. Acababan de grabar el disco “2078”, y al entrar yo, nos pusimos a componer lo que iba a ser lo nuevo de la banda.
Personalmente, solo puedo valorar la experiencia como algo muy positivo. Estaba tocando en bolos con la banda nacional que más me marcó en la adolescencia y aprendí muchísimo con ellos. A parte me llevé la amistad de todos, pero en especial la de Toni Lara, con el que he tocado durante años en una banda llamada Cyan, y Jorge (Cabrera) Sanz, que para mí es un ejemplo en muchísimos aspectos, no solo musicales. Pero lo dicho, vivir una experiencia así tan joven no tiene precio.
La edición del trabajo “2078” vino seguida por el abandono de Raúl, que pasó a formar parte del grupo de espectáculos La Fura Dels Baus. ¿Pueden saberse tus razones para cambiar la música por el teatro?
RAÚL DEL ALBA: Fue un momento duro el tema de la separación, fue simple y llanamente una oferta irrechazable, a la vez que suculenta, de la compañía de teatro, que enseguida me destinó a la gira mundial con la obra OBS. Lamentablemente, existen unas barreras muy grandes que separan estos mundos artísticos muy semblantes, pero a diferencia que unos tienen más soportes económicos que otros, como por ejemplo el cine, con unos caches desorbitados. Pero, básicamente, fue para mí una prueba el involucrarme en una historia así, a la vez que el caminar por cientos de carreteras y de salas con Ktulu.
Álex del Pozo entró en el grupo poco después de publicar “2078”. Era el encargado de soltar las programaciones en directo, y lo penoso es que no se ve su trabajo, pero creo que es el más difícil de todos, ya que un fallo suyo puede echar a perder todo, y no se puede solucionar fácilmente. Tampoco olvidemos que Álex fue el sustituto de Raúl. ¿Cómo se consigue estar sincronizado con los otros instrumentos?
ÁLEX DEL POZO: Es muy fácil. En el espectáculo, en el que llevaba yo las programaciones, la mayoría de canciones iban secuenciadas, y yo mandaba una claqueta al batería, así que realmente era Miguel el que daba las entradas para todas las canciones. Había algunas canciones que no estaban con claqueta y en estos casos los disparaba a tiempo real yo, es decir, es otro instrumento más en la banda, y si entras tarde pues entras tarde. El trabajo real del sampler es trabajo de programación, contando compases y diciéndole al sampler en qué punto tiene que sonar, pero si en directo había algún desfase, lo que hacía era parar la secuencia que enviaba al batería, buscar el siguiente sampler que tenía que sonar, y sincronizarlo a tiempo real con la entrada del batería, de esta manera todo volvía otra vez a la normalidad.
También hay que decir que hacía un poco de “trampa”, ya que llevaba siempre sonidos cargados para soltar a tiempo real por si había algún problema, como por ejemplo: rotura de cuerda de guitarra… En esos instantes se alargan las intros para que dé tiempo a hacer un cambio de guitarra. Bueno, también llevaba un cable Jack Mono de 15 metros, que era un interruptor para dar al Play al principio de la secuencia de todo el espectáculo, pero sin estar encima del escenario, porque antes de tenerlo subía yo solo a darle para que empezara mientras el público esperaba la subida de todos al escenario. Pues a grandes rasgos este es el trabajo que hacía, no hay más que contar, todo es cuestión de estar atento en todo momento a los demás compañeros.
La entrada de Toni Lara en la banda, con sus rastas, le da un toque más moderno a KTULU. Supongo que sería algo estudiado en su día y Jorge le siguió en su cambio de imagen. ¿Se quería romper en comparaciones con la anterior formación. Fue premeditado esto?
TONI LARA: Rastas, piercings, tattoos, etc… en mi caso, ya venían de serie. Ya me gustaban, y no fue nada para diferenciarme de Pablo, yo nunca sentí dicha necesidad. Además, todo lo contrario, para mí cualquier comparativa del pedazo bajista que es Pablo era todo un honor. Lo de cambiar un poco la imagen simplemente surgió al entrar gente nueva, algo más jóvenes que la formación original, el alma de Ktulu rejuveneció un poco. Somos unos ocho años más jóvenes que ellos.
– PERDIDOS EN EL LIMBO:
Me consta que KTULU apretó los dientes para sacar un nuevo disco, a la altura de los anteriores, el cual llegaron a acabar. Pero no toda la banda lo veía claro, y se quedó en el limbo musical, cosa que suele pasar demasiado a menudo en este mundo, muchos grupos tienen esta mala experiencia. ¿Cómo lo ves, Willy?
WILLY: Es una putada, cuando no lo ves claro debes recapacitar. Dimos un paso atrás para intentar verlo con perspectiva. Iba a ser el trabajo más raro, no sabíamos cómo iba a reaccionar el público.
KTULU decide tomarse un año de descanso, tras muchísimo tiempo de giras, grabaciones, ensayos, etc… En resumidas cuentas, de vivir para la música. Pasado este tiempo, Willy habla con el grupo y ninguno de los anteriores componentes decide continuar el trabajo. Ese tiempo lo dedican a vivir la vida, formar una familia, encontrar trabajos estables… incluso Jorge empieza a hacer sus pinitos como actor… He leído, Jorge, en tu Facebook, que tenéis cosas de esas sesiones: canciones enteras, introducciones, bocetos… ¿Viste más futuro en tu carrera de actor que en el panorama musical?
JORGE: Lo que ocurrió en 2002 no fue que nos tomáramos un año de descanso, sino que yo decidí dejar la banda definitivamente. Willy dijo que mejor nos tomáramos un año de descanso y cuando pase el año decidiéramos. Yo le dije que pasado el año mi respuesta sería la misma, como así fue efectivamente. En 2002 Ktulu terminó para mí. Cuando dejé la banda no tenía ni idea de que la vida me iba a llevar por otros caminos, como el de ser actor.
Como podemos ver en la imagen de arriba, se llegó a anunciar que KTULU iba a sacar un trabajo, que se llamaría «El club de la lucha», y que tenían firmado un contrato con la compañía discográfica Locomotive. Muchos nos quedamos con la miel en los labios y ahora lo vemos como algo anecdótico. ¿Qué sucedió realmente, Miguel?
MIGUEL SUESTA: Ese título es simplemente un nombre que se barajó para el siguiente trabajo. Quizás en alguna entrevista, es posible que alguno de nosotros lo dijera, pero vaya, que tampoco es que fuera muy importante para nosotros, nadie había decidido que se iba a llamar así realmente. Sí que es cierto que habíamos firmado por Locomotive, y que cuando nos separamos estábamos con un disco bastante avanzado, quizás faltaban los últimos detalles y algunas líneas de voz, nada más que eso. La razón por la que dejáramos de seguir trabajando fue una, no hubo un consenso entre todos, debido a las pocas expectativas que veíamos en el sistema musical español en ese preciso momento, y he de decir a modo personal que “Operación Triunfo” hizo mucho daño a la música de nuestro país.
Me explico. Ese verano teníamos contratadas casi treinta actuaciones, de las cuales realizamos menos de una decena. Debido al alto caché que cobraban los triunfitos se anularon los conciertos alternativos, por así decirlo. Aunque parezca una tontería. Eso, junto a otros motivos personales y de nivel musical, es lo que hizo que en el 2002 dejáramos la banda y estuviera parada un tiempo. Repito, esto es una respuesta a nivel personal, no mezclemos con otras cosas.
Se conoce sobradamente la inclusión de KTULU en la B.S.O. de “El Día de la Bestia”, pero mucha gente no sabe que también participaron en un cortometraje, llamado «Contigo para siempre», de Mon Feijóo, donde aparece una canción del CD que no llegó a publicarse, que suena al final en los créditos y que está firmada tanto por Willy cómo por Jordi Navarro. ¿Cómo os dio por incluir esta canción en ese cortometraje?
JORDI NAVARRO: Te voy a ser sincero. No tenía ni idea de que ese tema fuera nunca usado para nada, hasta hace unos meses que lo vi por qué me lo pasaste. Quedó muy bien el tema en su cortometraje.
Álex hace realidad lo que se propone, es un músico muy versátil. Este disco inédito lo han escuchado muy pocas personas y era tremendamente rompedor. La pena es que no se haya comercializado, aunque la esperanza nunca se debe perder. ¿Crees que ha perdido vigor con el tiempo?
ÁLEX: “El club de la lucha” fue simplemente una propuesta para el nombre del nuevo trabajo. Surgió de una conversación sobre la película con el mismo nombre, pero que solo quería reflejar su significado estrictamente textual, luchar por continuar Ktulu hasta lo máximo posible. Después del “2078”, en el cual participé, cuando apenas estaba afianzada la formación por aquellos entonces, tras la ruptura de la banda legendaria y la incorporación de nuevos miembros, compositores a su vez también, nos encontramos con una diversidad de estilos, todos dentro de la espiral Metal, y con nuevos aportes por parte de los recién llegados (nu metal, Grunge, Hardcore…). Esto hizo que nos planteáramos si estábamos enviando un mensaje claro y directo hacia fuera, con lo cual seguimos componiendo y desechando, buscando homogeneizar todo para continuar la línea de manera consecuente.
Después de muchísimo trabajo, quedaron nueve temas que, a mí, me hicieron pensar en una nueva rama del Metal, que la denominaría METAL MEDITERRÁNEO. Es lo que me venía a la cabeza cuando los escuchaba, quizás fue por el nuevo concepto de samplers (guitarra española, saxo, sonidos procesados de animales salvajes, ukeleles con distorsión, etc…) y pensaba que era un trabajo sincero, muy currado y que podría ser una de las posibles entregas que continuaran la línea de la nave Ktulu. No todos lo vimos así, entonces decidimos parar en el 2002. Por último, pienso que está en vigor, las buenas canciones no caducan nunca.
Este trabajo iba a ser más guitarrero, y se iban a dejar las máquinas un poco de lado. ¿Era volver un poco a los orígenes?
TONI LARA: Te voy a contar lo que recuerdo de este trabajo, que aunque no esté publicado si está casi terminado. Lo que ha hecho diferenciar a Ktulu, precisamente han sido las máquinas, fueron pioneros en este país al menos. En aquella época recuerdo que Álex se había currado unos samplers guapísimos, y me atrevería a decir que tenían hasta más presencia que en el “Ktulu”. Una lástima que no llegara a ver la luz, pero está por casa de alguno el CD completo para masterizarse.
– AGRADECIMIENTOS:
Gracias por todo vuestro tiempo dedicado a esta entrevista, nada más por mí parte, si queréis obsequiarnos con unas palabras más aquí os dejo vuestra oportunidad para hacerlo…
RAÚL DEL ALBA: Simplemente, ¡PURA VIDA!
TONI LARA: Ktulu ha sido algo muy especial en mi vida, no olvidaré mientras viva mi tiempo con ellos. Este grupo me ha dejado mucha marca, en todos los sentidos, he conocido gente que nunca voy a olvidar, que siempre van a tener un trocito de mí.
PEDRO CAPARRÓS: Fue una estupenda etapa con gente de calidad donde las haya y muchas risas, pero seria cuando lo requería el momento, así es como lo recuerdo y les agradezco a todos: Raúl, Jorge, Willy, Miguel, Lara y Alex, la fantástica experiencia.
SONIA ISIDRO: Espero haya cumplido todas tus expectativas, si las tenías conmigo. Lo dicho, encantada de contestar a la entrevista. Con la excusa me he estado escuchando el tema que hacía años que no lo escuchaba y sí que mola. Mucha suerte a la banda en el futuro, que sigan en la lucha diaria.
ÁLEX DEL POZO: Gracias por el trabajo que estás haciendo de investigación y abrazos con respeto a todos los que son o fueron tripulantes de esa pedazo de nave llamada Ktulu.
JORDI NAVARRO: Muchas gracias a todos los miembros de Ktulu que han pasado por la banda, tanto antes como después, en especial a mis colegas Jorge (Sanz) Cabrera y Toni Lara, con los cuales aún mantengo contacto a día de hoy.
Por mi parte, acabo esta parte con un gran sabor de boca. Disculparme por hacerme pesado para que llegara a buen puerto esto y creo que así ha sido. Habrá próximamente una tercera parte. De momento os dejamos en el 2002. No será muy larga la espera.