PENDEJO! - CANTOS A LA VIDA

Crítica

Grata y divertida sorpresa la que nos llega desde… ¿Holanda? ¿Latinoamérica? ¿España?… Como veis ya desde su origen no va a resultar fácil encasillar o definir a esta nueva banda llamada ¡PENDEJO!. Si atendemos al origen inicial de sus músicos diríamos que se trata de una banda holandesa, lo cual sería lo técnicamente correcto en este caso, pero si hablamos de la banda como ese ente que sobrepasa a la suma de sus propias partes no nos quedaría más remedio, a efectos prácticos, que decir que nos encontramos ante un grupo latinoamericano de múltiples nacionalidades, con un origen indefinido y con multitud de influencias, tanto sudamericanas como españolas, de entender la música.

La realidad es que, como ya os adelantaba, se trata de cuatro holandeses que, tras tocar en muchas bandas de renombre de su país decidieron un día emigrar hacia sudamérica, pasar muchas temporadas en países como Colombia, Ecuador, Perú, Costa Rica, Nicaragua o incluso España y empaparse del ritmo del rock latino, su descaro y su desenfado para construir un grupo llamado ¡PENDEJO! cuyo idioma es el castellano, de acento latinoamericano, y su lenguaje el rock tan vacilón como potente y grave.

El resultado es una sonrisa de oreja a oreja, un rato en el que uno no se espera que nueva historia nos traerá la próxima canción, un disco titulado “Cantos a la Vida” que destila olor a despreocupación y diversión, a historias callejeras contadas con chulería y un rock contemporáneo y agresivo, a la par que añejo y denso, espeso y rodeado de humo de bar, olor a marihuana y tequila cargado con muy poco hielo. Un conjunto de canciones que saben al sudor de un ambiente caluroso y húmedo donde la vida hierve y se cuece a fuego tan lento como contundente y cruel.

La voz de “El Patuso” es una de las señas de identidad de ¡PENDEJO!. Grave, potente y desgarrada, con ese acento indefinido que le hace único y una actitud continuamente dispuesta a darle la credibilidad y chulería que las historias callejeras que nos cuentan, tema tras tema, necesitan. Por detrás, un grupo con una base rítmica demoledora, sin destacar en exceso a nivel individual, de hecho no se prodigan demasiado en solos de guitarra o aspectos similares, sino que suenan continuamente a bloque, ayudados por una producción casi hasta sobresaturada, cargada y muy gruesa que no tiene miedo en incluir, de vez en cuando, elementos de viento (trompeta) entre temas como “La Vagancia (no me cuesta)”, uno de los cortes con sonido más sucio (junto a «La Ruta») de todo el álbum.

Frases como “La mierda subiendo y tu sin flotadores”, “Si nos cagamos, nos cagamos luchando… apreciarás el olor o Mentira del siglo, y si me da la gana fumaré, cultivaré y venderé la juana… la verda es tan bonita… Juanita no mata”, son algunos de los ejemplos del tipo de letras que nos encontraremos en este “Cantos a la vida” en el que el desarrollo lírico de cada uno de sus temas engancha, atrae y penetra en el cerebro por su ritmo, su sonoridad y, sobretodo, su ironía, una de las marcas de la casa tal y como podemos apreciar en los geniales “Flotadores”, “Llorón”, “El Taxista Limeño” o la simpática crítica social que desprende un tema como “Nadadoras” (contra la moda y la cirugía estética y en pro de las buenas curvas y la buena vida)…

El tema estrella: “Arrecho Vengo”. En pocas palabras… toda una apisonadora de rock veloz y potente, sucio y lleno de ritmo que en seguida se te cuela en el cerebro y te cambia hasta la nacionalidad, con aporte de trompetas que le dan color y añaden un atractivo más a esta simple pero genial composición.

En definitiva, toda una sorpresa y un lanzamiento original que echarse a los oídos para los amantes del rock más eclectico a la par que tradicional y potente. No suelo hacer mucho caso de las autodefiniciones que los grupos dan a sus propios trabajos o música, pero en este caso no puedo estar más de acuerdo, puesto que de verdad pienso que define correctamente lo que nos vamos a encontrar en este “Cantos a la vida”: Stonerrock en Castellano con cojones del tamaño de Danny de Vito . Dicho queda (y ni más ni menos que desde Ámsterdam). Mi sincera recomendación es que, al menos, merecen una primera escucha. Si esa te gusta, pasarás buenos ratos de stoner rock vacilón y divertido. Eso es ¡PENDEJO!.

TRACKLIST:

01. Flotadores (2:53)
02. Llorón (5:03)
03. Arrecho Vengo (2:57)
04. Tan Tan Tan (4:16)
05. La Vagancia (No Me Cuesta) (4:09)
06. El Taxista Limeño (5:02)
07. La Ola Negra (4:32)
08. La Ruta (5:11)
09. Juanita (2:40)
10. Comunicado (2:45)
11. Nadadoras (3:42)
12. Eclypse 2000 (8:24)

PENDEJO son:

El Pastuso – Voz y Trompeta
Jaap Monchito – Bajo
Arjan Er Juan – Guitarra
Pepellín Roosen – Batería
Puntuación: 7,8

Discográfica: Chancho Records / DFX Distribución en España

Autor: Daniel Velasco Alonso

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