LOS SUAVES + ROSENDO + LA DESTILERÍA – RECINTO FESTIVO DE LA ERÍA, OVIEDO – 20/09/2013
Noche de Rock sin concesiones
La víspera del día grande de las ovetenses fiestas de San Mateo fue la noche elegida para otro de los conciertos más interesantes de esa semana, el de LOS SUAVES, un grupo que hace algún tiempo era un habitual de estas fiestas, junto a los que íbamos a poder disfrutar de la actuación de ROSENDO, el que sin duda sea el patriarca del Rock de nuestro país, y de los locales LA DESTILERÍA, que han vuelto a dar caña después de varios años de silencio.
Sinceramente, yo creo que esa noche hubo en el recinto de La Ería muchas personas para las que hacerles elegir entre ROSENDO y LOS SUAVES equivalía a hacerles escoger entre sus padres, porque estamos hablando de dos de los nombres más importantes de nuestro Rock. Y el espectáculo estuvo a la altura de lo que podemos esperar de ellos.
La caña empezó con LA DESTIERÍA, un grupo que sorprendió a muchos hace ya bastante tiempo con su primer álbum, “Cree o muere”, y que ahora que han vuelto a reunirse están centrados en la creación de un nuevo disco, que tendrá por título “La fuga y la furia”. El tiempo que ha pasado entre sus primeras canciones y las nuevas hizo que muchos de los presentes tuviéramos mucha curiosidad por ver como había sentado el paso del tiempo a estos músicos y a su manera de componer, y nos encontramos con que sus nuevas canciones, que tuvieron mucha presencia en el repertorio, encajan a la perfección con las más antiguas.
Empezaron con “A. d. i.” una actuación cargada de fuerza y de velocidad, con un Fredy que no paraba de moverse y de hacer bromas, mientras sus compañeros le arropaban con los coros. Siguieron con un tema nuevo, “Turbocrack”, al que siguió “Sucio dinero”.
Los temas nuevos, como “En fuga” o “Disparos y tragos”, tienen mucha presencia en el repertorio, y demuestran la evolución lógica que ha habido en el grupo en estos años, porque suenan como la continuación natural de sus primeros temas. Durante la presentación de “Vendetta”, Marco, el batería, finge que apuñala a Fredy con sus baquetas, mientras Roberto interpretaba la música de la peli “El Padrino” con su bajo. Entonces, Fredy empezó a cantar sentado al borde del escenario.
Llegó entonces el momento de empezar con sus temas más conocidos, empezando por “Matatunos”, a la que siguió “Afila tus cuchillos”, el tema nuevo que lleva ya unas semanas sonando en las redes sociales. El final fue con la conocida por todos “Secta” y la rapidísima “¿Quién ha matado al presidente?”.
En definitiva, la actuación de LA DESTILERÍA fue perfecta para empezar la noche, porque con su potencia, sus ganas y su fuerza nos hicieron ir entrando en calor de cara a lo que nos esperaba.
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Pasados unos minutos, llegó el momento de que se subiera a las tablas el maestro ROSENDO MERCADO, toda una leyenda de nuestro Rock. Estamos hablando de un músico y compositor carismático y, sobre todo, muy querido, y eso quedó claro por la cantidad de gente que se agolpó en las primeras filas para disfrutar de sus canciones.
Empezó con “A dónde va el finado”, para seguir con “Listos para la reconversión”. Al principio, ROSENDO se mantenía muy estático, muy profesional, pero también poco comunicativo, lo que contrastaba con lo que acabábamos de ver. Sin embargo, eso no evitó que el público no parara de corear sus canciones, mientras él alternaba sus temas clásicos con otros más recientes.
Después de tocar “A veces cuesta llegar al estribillo” y “Hasta de perfil”, nos regala su nuevo tema, “Vergüenza torera”, la canción que va a dar título a su próximo nuevo disco y cuyo vídeo ya podemos ver en la red. Sigue con “La fauna” y “Amaina tempestad”.
Poco a poco, la actuación va ganando fuerza, y eso se transmite a un público que, cada vez más, se entrega a la música del de Carabanchel, como se ve cuando tocan “Cara a cara”, “Salud y buenos alimentos”, y, sobre todo, cuando interpretan “¡Qué desilusión!”, de LEÑO, durante la cual el público se desgañitó cantando.
“En agua caliente”, “Majete” o la conocidísima “Masculino singular” sirvieron para la que la gente cantara y disfrutara, pero uno de los momentos en los que el público demostró más ganas fue cuando se arrancaron con una cañera “Flojos de pantalón”, durante el cual la peña se volvió loca. La despedida fue con “Pan de higo” y “Agradecido”.
Pero muy pronto volvió a subirse al escenario, con unos bises en los que interpretó, entre otras, “Navegando”, para despedirse con otro tema de LEÑO, nada menos que “Maneras de vivir”.
La de ROSENDO fue una actuación que fue de menos a más, ganando en intensidad poco a poco hasta llegar a un final en el que hizo que el público se rindiera a sus pies.
¡Qué grande es!
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Y la última actuación de la noche fue la de los gallegos LOS SUAVES, una banda que hace algunos años era habitual de estas fiestas de San Mateo. Este grupo es casi una devoción para muchas personas, y Yosi es uno de los cantantes más míticos y admirados de nuestra música. Por eso, el público no dejó de acercarse al escenario para estar más cerca de él.
En un escenario decorado con los logos del grupo, los cinco músicos se subieron mientras por los altavoces escuchábamos, como siempre, el minuto final de «Les preludes«, de Franz Liszt, como intro. Tres golpes a los platillos de Tino, y empieza la descarga con “Preparado para el Rock n’ Roll”, mientras unas llamaradas daban más viveza a la actuación. Siguieron con “Cuando los sueños se van”, y “Palabras para Julia”. Una emotiva “Si pudiera” sirvió para que bajara un poco la intensidad de la actuación y recuperáramos el aliento.
Como es habitual, Yosi se muestra comunicativo con el público, a la vez que sus compañeros le acompañan tocando con una calidad que muchos envidiarían. Cuando interpretan “Maldita sea mi suerte”, la gente empezó a saltar y a cantar con muchas ganas, mientras disfrutaba de los solos que se marcaban Alberto y Fernando.
Un sonido de tormenta sirve de introducción para “Viajando al fin de la noche”, que fue seguida de “¿Sabes? ¡Phil Lynnot murió!”.
Tocan “Malas noticias”, y después, Yosi se colgó una guitarra acústica y entonces tocaron “Pardao”. Y esta vez, por primera vez en bastante tiempo, Yosi sí la tocó un poco mientras cantaba.
Una “Dulce castigo” que fue muy coreada por el público nos fue acercando cada vez más al final del concierto, y la primera parte de la actuación terminó con “Cuando la música termina” y la legendaria “Dolores se llamaba Lola”, durante la cual Yosi sacó una bandera asturiana y una gallega que sujetó a su pie de micro, y luego una del grupo que lanzó al público después de ondearla, mientras las llamaradas volvían a aparecer.
El sonido de una locomotora dio paso a los bises, que se iniciaron, por supuesto, con “San Francisco Express”, durante la cual volvimos a ver el fuego en el escenario, a la que siguió “El afilador”, que terminó con Alberto tocando un trozo del himno gallego, con una bandera de su tierra colgada de su guitarra. El grupo se despidió definitivamente con “Ya nos vamos” y “La noche se muere”, durante la cual Yosi vació un cubo de confeti sobre Fernando, otro sobre Alberto y otro más sobre sí mismo. Después, con muchos signos de cansancio, se fue del escenario mientras nosotros disfrutábamos de unos largos solos de Fernando y de Alberto.
En definitiva, una actuación muy conseguida, pero en la que el papel de Yosi fue un tanto irregular, porque aunque intentaba ser comunicativo, le costaba hacerse entender.
Eso sí, la calidad y la espectacularidad de sus compañeros está fuera de duda.